Creemos que la mejor arquitectura procede de una síntesis de todos los elementos que, por separado, componen e informan el carácter de un edificio: la estructura que lo sostiene; los servicios que le permiten funcionar; su ecología; la calidad de la luz natural; el simbolismo de la forma; la relación del edificio con el horizonte o el paisaje urbano; la forma en que uno se mueve a través de él o a su alrededor; y por último, pero no menos importante, su capacidad para levantar el ánimo. Al trabajar juntos de forma creativa desde el principio de un proyecto, los arquitectos e ingenieros combinan sus conocimientos para idear soluciones de diseño integradas y sostenibles.